Esta bomba incendiaria de origen alemán fue
empleada ya durante la Primera guerra Mundial. Estaba formada por un
cuerpo de una aleación de aluminio y magnesio conocida como "electron",
típica de las bombas incendiarias de esa época, y una cola
estabilizadora de acero. Disponía de seis agujeros practicados en la ojiva de la bomba para favorecer la
combustión.
Su lanzamiento, como en todas
las incendiarias de poco peso, se realizaba en grupos, por medio de
contenedores que portaban 115 bombas, para producir
el incendio del área que interesaba como objetivo.
La carga, de termita, va encerrada en un tubo
y, para facilitar la toma de fuego lleva en su parte superior una
galleta de pólvora negra y otra de bióxido de bario y magnesio.
|